¿Qué son las neuronas espejo y cuál es su función?

¿Qué son las neuronas espejo y cuál es su función?

05/10/2022


A medida que el ser humano fue evolucionando apareció la cultura como una sublimación espontánea e inevitable de nuestra manera social de organizarnos. La cultura puede definirse como un conjunto de ideas, conocimientos, tradiciones y costumbres que son producto de nuestro desarrollo intelectual. No hubiera sido posible sin la aparición del lenguaje, que nos sirve de puente de comunicación entre nosotros. Sin embargo, otra característica humana, que también nos sirve de puente para unirnos unos con otros, no fue menos esencial: la empatía.

 

¿Qué son las neurona espejo?

En 1996, el grupo de Giacomo Rizzolatti descubrió un tipo de neuronas en el córtex ventral premotor de los macacos: las neuronas espejo. Éstas se activaban de forma idéntica cuando las acciones eran realizadas por los propios sujetos y también cuando la acción era producida por un tercero. Alzar objetos o cambiarlos de posición producía en este tipo de neuronas la misma activación si la acción la realizada uno mismo u otro sujeto. Es decir, las neuronas actuaban como espejo, moviéndose al unísono del sistema nervioso de los demás sujetos. En otras palabras, el sistema nervioso de los macacos imitaba al de enfrente.

La imitación es sin duda una poderosa herramienta para la evolución personal y social. El hecho de que los seres humanos seamos capaces de imitar a nuestros congéneres, ya desde bien pequeños, nos ayuda a adaptarnos al entorno, al beneficiarnos de los aprendizajes anteriores de otros miembros de la especie con más experiencia. Poder reproducir en nuestro sistema nervioso la red de activación neuronal que generan las acciones de los demás, incluso antes de llevarlas a cabo, desde la simple observación, seguramente nos ayuda a replicar dichas acciones con más eficacia.

Según el grupo de Marco Iacoboni, que ha experimentado con humanos, durante la imitación estarían activados:

  • El giro frontal inferior, encontrado en humanos que contemplaban e imitaban movimientos de dedos, sobre todo cuando el movimiento tenía un fin específico. De igual modo, el giro frontal inferior también se activó cuando los sujetos observaban un guitarrista experto, pero más aún cuando imitaban sus movimientos.
  • El área prefrontal 46, mientras el cerebro prepara la imitación. Esta área está asociada a la memoria de planificación y operaciones motoras. Propio del encadenamiento de los pasos a imitar.

 

¿En qué procesos psicológicos actúan las neuronas espejo?

A parte de la imitación motora, las neuronas espejo se han relacionado con procesos psicológicos importantes, como la empatía, el lenguaje, el reconocimiento de las emociones u otros tipos de aprendizaje (modelado, habilidades sociales…). En efecto, el grupo de Rizzolatti encontró y clasificó diversas neuronas espejo: neuronas espejo motoras y neuronas espejo emocionales.

El saber adoptar el punto de vista del otro parece una evolución lógica de la imitación, para ponernos en su lugar y poder comprenderlo mejor e imitarlo más eficientemente. Desarrollar este tipo de neuronas espejo emocionales permitió la aparición de la empatía, la cual acabaría ayudando a representar en nuestro interior todo un modelo mental de la otra persona, que incluiría no sólo emociones, sino suposición de pensamientos, intenciones y actitudes. El modelo terapéutico de la Mentalización basa en ello la eficacia de sus tratamientos.

 

¿Cómo influyen las neuronas espejo en la mentalización?

La representación de “El Otro” para el desarrollo individual, social y cultural es imprescindible en el ser humano y, tal vez, sea una de las características que nos distingue de otras especies animales. Grandes pensadores como Ortega y Gasset y Jean Paul Sartre ya pusieron el énfasis en esta cuestión. Para un desarrollo social armónico, generando culturas que sean perdurables, e incluso para comprendernos a nosotros mismos de forma saludable, saber construir una representación fidedigna de la mente de los demás es fundamental. De lo contrario, estamos solos, perdidos, aislados, sin saber cómo actuar y responder ante las exigencias de un mundo tan complejo como el humano.

Existen dos vías para la interpretación de las emociones ajenas:

  1. Elaboración cognitiva de la información sensorial que nos llega a través de la observación y que proporcionará una conclusión lógica sobre los sentimientos del otro. Por ejemplo, cuando reconocemos una cara de sorpresa por tener las cejas elevadas y la boca abierta. Aquí se infiere la emoción sin llegar experimentarla. Se trata de un proceso eminentemente racional y explica por qué personas carentes de empatía son capaces de saber cómo nos sentimos. De esta manera, los psicópatas son capaces de manipular a los demás, aunque no comprendan cómo se sienten.
  2. Elaboración de un mapa de esa información sensorial en las estructuras motoras y emocionales de las neuronas espejo, lo cual despertaría una emoción idéntica en el observador. La emoción se reconoce directamente, porque los mecanismos especulares reproducen el mismo estado emocional en el observador. Sentimos lo mismo que la otra persona, porque nos mueve neural y emocionalmente de la misma manera.

A este segundo proceso podríamos llamarlo sintonía: proceso en el que focalizamos nuestra atención en otros y llevamos su esencia a nuestro propio mundo interno. De esta manera, lo que sucede es que internalizamos el mundo interior de la otra persona y sentimos en nosotros lo que ella siente en sí misma. Cuando esto se produce, el otro se siente sentido, es decir, se da cuenta de que estamos en sintonía con él, lo que resulta muy revelador, calmante y satisfactorio.

No obstante, en la última fase de la sintonía, las neuronas espejo de la corteza prefrontal realizan un proceso de atribución correcto, de manera que nosotros sabemos interpretar que eso que estamos sintiendo no nos pertenece, sino que la experiencia original es del otro, permitiéndonos empatizar con los procesos internos que están operando en la otra persona, pero desde cierta distancia. Somo el espejo, no el propio sujeto, y nuestro cerebro lo sabe.

 

Conclusión

En conclusión, las neuronas espejo constituyen un puente que nos conecta entre individuos, nos permite aprender los unos de los otros, saber reconocer las emociones en los demás, llegar a sentir al de enfrente con empatía y, en definitiva, nos ayudan a mentalizar, es decir, a generarnos un mapa mental completo de la subjetividad de la otra persona, lo cual nos permite comprender cómo esta experiencia interna del otro interactúa con nuestro propia subjetividad y mundo interior.

Sin el desarrollo de esta característica de nuestro sistema nervioso, sería difícil que nos pudiéramos definir como seres humanos, porque probablemente no hubiéramos llegado a nuestro nivel actual de progreso social, con todo el conocimiento intelectual que ello supone, ya que solamente con la ayuda del lenguaje no hubiéramos podido constituirnos en sociedades con cultura, sino que nos hubiéramos quedado en un conjunto de individuos, más o menos inteligentes, pero aislados los unos de los otros. Tal vez, ni siquiera hubiera surgido el propio lenguaje.

Vicente Bay

Bibliografía:

  • Rizzolatti, G. y Gallese, V. (1998). Mirror neurons. Encyclopedia of Cognitive Science.
  • El hombre, la gente y sus neuronas espejo (Andrés Ortega, 2012) https://elpais.com/elpais/2012/07/21/opinion/1342886635_625720.html
  • Iacoboni, Marco. Las neuronas espejo. (2009). Madrid: Katz.